- ¿Me estás invitando a salir, Sabrina?
- No... Te invito a tomar un helado conmigo y mi hija, Guilherme.
- Puedes llamarme Gui... No estamos en la escuela.
Melody llegó con su mochila a la espalda. Abrí mis brazos para que ella subiera a mi regazo, sin embargo ella fue al regazo del niño, quien dijo:
- Eres pesado, Medy. No sé cómo tu madre te carga como si fueras una pluma.
Ella rió:
- Como mucha pizza.
- Lo bueno es que se pierden calorías en el fútbol – saludó al profesor – Fue un privilegio quedarme con usted y su clase, Sra . Daungarthner .
- El privilegio fue nuestro, Gui. - Abrió una sonrisa, completamente derretida por el chico.
Cerró la puerta y yo observé:
- Prefiero llevarme a Medy que al hámster. Este animal parece un ratón.
- Pero no es. – Melodía asegurada.
- Ya le expliqué, Medy. - Aseguró Guy.
- Mamá, no puede tomar el sol.
- Gui ya me dijo eso también. Ni siquiera verá la luz del día, lo prometo.
- No es tan extremo. Bill se echó a reír.
Cuando llegamos al auto, Melo