Ella es solo una niña

Guilherme miró la ropa mojada:

- Está bien, Medy... Me voy a cambiar.

Se fue y Melody se sentó en su lugar:

- Quiero comida, mamá.

Uno de los camareros retiró el plato de Guilherme y sirvió otro a Melody.

- ¿Me lo puedes poner en la boca, mami? - Ella pidió.

- Por supuesto, mi amor.

Ella no solía hacer eso. Al contrario, era muy independiente. Parecía estar tratando de llamar la atención. Además de ocupar el lugar de William en la mesa.

Le puse un bocado de comida en la boca y ella le dijo directamente a Mariane:

- Te pareces a algunas de mis Barbies .

Mi hermana la miró arqueando una ceja:

- ¿Le doy las gracias?

- De nada... Parece que los que son mayores y su cabello se ha enredado tanto que es imposible peinarlo. Mamá no me deja tirarlos. El problema es que Ken no quiere salir con ellos.

La mirada de Mariane era de ira, de desdén. Pero no dije nada. Tragó saliva.

El ambiente se volvió tenso, pero nadie fue capaz de llamar la atención de Melody, sin saber si lo estaba haciendo a pro
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP