Yuna apareció en el pasillo, recién despierta, todavía en pijama:
- ¿Todo bien? – Nos miró.
- ¡No! – Hablé de inmediato.
Miró a Melody:
- ¿Qué tal si vienes a desayunar conmigo, en la habitación?
- No... Voy a dar un paseo con mamá y papá.
- Papá y mamá no podrán llevarte, mi amor. Pero prometemos que mañana tendremos un recorrido realmente agradable.
- Oh, pero quiero ir contigo.
- Por favor... Mañana.
Miré el reloj:
- Charles, son más de las diez. Tenemos que irnos.
- Vamos - Confirmó, dándole a su hija un beso en la mejilla.
- Cuídala, Yuna... Por favor. - Preguntó.
- Puede dejar.
- ¿Cómo estuvo la cita?
- Bueno... Yo... Como que escuché tu consejo.
Sonríe feliz:
- Eso significa...
Escuchamos un fuerte golpe en la puerta. Nos miramos de inmediato.
- ¿Quién será ahora? - Charles bajó las escaleras rápidamente.
Lo seguí, acompañada por Yuna y Melody.
- ¿Monaghan? Miró a Colin, que llevaba un ramo de margaritas.
- Hola... - dijo Colin torpemente.
- ¿De verdad crees que te voy a dejar