La universidad de la capital... la Universidad de Sherón era ya una de las principales instituciones de educación superior en el país, y el hecho de que Marcelo estuviera considerando cambiar de empleo indicó que la universidad de la capital era aún más prestigiosa.
Cira felicitó sinceramente: —Te deseo un futuro brillante.
—Si necesitas algo, aún puedes contar conmigo —dijo Marcelo amablemente. —Te prometí que te ayudaría, y esa promesa siempre será válida.
—Está bien, lo recordaré.
Pero tanto Marcelo como Cira sabían que esto era solo una formalidad.
Cira, acostumbrada a llevar todo el peso por sí misma, apenas se atrevía a molestarlo cuando él estaba cerca. Ahora que él se iba a la lejana capital, ¿cómo iba a atreverse a molestarlo?
Marcelo se fue rápidamente.
Tras su partida, Fermín regresó. Justo cuando el camarero estaba sirviendo la comida, comentó como si nada: —Prueba el foie gras de este lugar, es muy auténtico.
Cira ya no tenía apetito y se sintió muy mal. Miró a Fermín: —¿C