POV de Cercei
—Entonces, ¿al fin aceptas la verdad? Somos, en realidad, hermanas. El hombre al que llamaste padre, un farsante; tu madre, una creadora de mentiras; tu mejor amiga, otra que esparció mentiras; incluso tu amado Lucian te mintió. Todos te mintieron —se burló Vienna, su expresión cargada de una falsa sensación de victoria.
—Mírate, no soy yo la que vive en una existencia miserable. Todo tu mundo, que aparenta estar lleno de amor y bondad, no es más que una máscara para ocultar las mentiras en la sombra. Todo lo que creías verdad se derrumba, como una falsa idea en la que confiaste para definir tu identidad. Un error que tomaste como certeza —añadió, sus palabras atravesándome como flechas. Me golpearon con fuerza, dejándome sin palabras. Sentí como si me hubieran abofeteado. Ella parecía satisfecha, viendo el efecto que causaban en mí.
—Tu vida es una mentira, Cercei. No eres la inocente sirvienta que crees ser. Eres la hija del hombre al que tanto desprecias. El mismo que