POV de Cercei
—¿Cómo estuvo tu día? —preguntó mamá, dejando suavemente su bolso en el sofá y sirviéndose una copa de vino. Acababa de llegar del trabajo.
—Bien —respondí rápido, evitando su mirada.
—No tienes que trabajar, lo sabes. Puedes quedarte aquí, descansar, mirar un poco de televisión —sugirió, observándome con atención.
Llevábamos ya dos meses viviendo aquí. Mamá había encontrado trabajo en una cafetería local, mientras que mi tía trabajaba en un casino. Ella solía llegar muy tarde por las noches, en cambio mamá volvía a casa a las ocho.
—No me gusta estar sin hacer nada; además, ni siquiera entiendo la televisión. No hablo griego —dije, señalando el pequeño televisor de nuestro apartamento. Yo también había encontrado trabajo, lavando platos en un pequeño restaurante de la calle. Al principio quise postular como camarera, pero no saber ni entender el idioma local resultó ser un obstáculo. En cambio, para lavar platos no hacía falta hablar mucho. Siempre he sido buena limpian