POV de Cercei
La semana transcurrió sin contratiempos, con el café más concurrido de lo habitual. Aun así, cada día me sentía motivada. Las bromas de Claire no cesaban, sobre todo cuando Lucian aparecía cada mañana.
Esperar el sonido de las campanillas se había convertido en mi pequeño momento de alegría diaria, pues anunciaban su llegada… y, cómo no, siempre me pillaban bajo la mirada atenta de Claire.
Lucian y yo nos llevamos de maravilla, aunque solo como amigos. Es sorprendentemente amable, todo un caballero, y su ingenio y sentido del humor siempre dejan huella. Poco a poco, empiezo a reconsiderar nuestro primer encuentro y a pensar que quizá empezamos con el pie izquierdo.
Me siento culpable por haberle atribuido todas las desgracias de mi vida, porque, en realidad, si no hubiera sido por él, no nos habrían echado de aquella mansión ni habríamos empezado de nuevo. Me abrió las puertas a un mundo que creía que solo existía en libros o en la televisión. Me ayudó a conocerme más