POV de Emilia
—Ha pasado un mes, Emilia, y todavía no hay señales de los Crescent —dijo Melanie.
—¿Y eso no se supone que es una buena noticia? —pregunté.
—No lo es. Remus no te dejaría ir así como así —respondió con firmeza. La miré. Dio una calada a su cigarrillo. Tenía razón. Pasé incontables años en esa mansión, siempre bajo la mirada de Remus, sin poder escapar ni un segundo.
—O eres increíblemente buena escondiéndote o ellos son pésimos buscando —añadió mientras apagaba el cigarrillo.
Después de años planeando mi huida, había pensado cada paso. Sabía que, al escapar, Remus asumiría que correría lo más lejos posible. Buscaría en tierras lejanas, mientras yo permanecía a tan solo tres pueblos de la mansión. Además, no sabía de la existencia de mi hermana: Melanie, que vivía en el anonimato tras haberse casado con otro clan.
—Irá a buscar a Cercei —añadió Melanie, aplastando la colilla en el cenicero.
—No permitiré que me la quite —apreté el puño. Ya me había arrebatado demasi