Capítulo 87. La verdad silenciada
Capítulo 87. La verdad silenciada
—¿Con qué derecho te presentas en el colegio de mis hijos? —le solté nada más verle, sin dar tiempo ni a un saludo, ni a un respiro, ni a nada.
La rabia me hervía por dentro, como si me hubiese tragado fuego. Había pasado todo el día dándole vueltas a esa llamada del colegio, a cómo me dijeron que “el padre” de Ian había acudido a recogerle después de la caída en el patio. El maldito nudo en el estómago no me soltó hasta tenerle delante, ahí, plantado en mi salón, como si fuese lo más normal del mundo.
Alaric me sostuvo la mirada sin pestañear, con esa calma irritante que siempre le acompañaba.
—Había una emergencia, Aylin. Ian estaba sangrando.
—¡Y yo soy su madre! —le corté de golpe, alzando la voz sin importarme nada—. ¡Soy yo quien decide cómo actuar en esas situaciones! Tú no tienes ningún derecho, ¿me entiendes? ¡Ninguno!
Él apretó la mandíbula, y sus ojos chispearon con un destello extraño.
—No podía quedarme de brazos cruzados viendo c