Capítulo 60. La promesa rota.
Capítulo 60. La promesa rota
Habían pasado casi treinta días desde que Ian se había marchado y aun así, su recuerdo seguía persiguiéndome. Lo veía cuando cerraba los ojos, con esa sonrisa cansada que intentaba disimular. No era fatiga física, lo supe demasiado tarde. Era el desgaste de amar a alguien que no podía devolverle lo mismo.
Yo lo necesitaba, sí, pero de otra forma. Necesitaba su compañía, su apoyo. Él quería mi corazón… y ese ya estaba marcado por un destino que no podía romper.
La última noche que lo vi, lo entendió antes que yo.
—Me iré a trabajar con mi hermano en la ciudad. No puedo seguir amándote en silencio mientras me consumo.
Quise detenerlo, pero no lo hice. Lo único que hice fue dejarlo marchar, para que pudiera curar sus heridas, llevar una vida tranquila y, por qué no, ser feliz.
El mensaje llegó casi un mes después.
Una tarde sofocante, un hombre entró tambaleándose en el campamento. Estaba cubierto de polvo, jadeaba como si hubiera corrido durante días.