Capítulo 38. El fuego bajo el hielo
Capítulo 38. El fuego bajo el hielo.
Nunca he querido aceptar esa parte de mí. Siempre he pensado que la luz es lo único que debo controlar, lo único que tenía sentido entrenar. Era lo que la gente habia visto de mi , lo que había usado para salvar a otros, lo que me había dado un poco de confianza en medio de tanta desconfianza. Pero desde aquella noche del incendio frustrado, empecé a notar algo distinto, algo que no podía realmente controlar.
La primera vez que lo sentí fue en sueños. No era la claridad cálida que me recorría cuando liberaba la luz, sino un vacío, un peso negro que parecía ahogarme. Me desperté empapada en sudor, con las uñas clavadas en las palmas de mis manos. Y, aunque intenté negarlo, supe que no había sido solo un mal sueño: era parte de mí.
No podía seguir ignorándolo, solo por que me hiciera daño.
Durante días lo pensé en silencio, mientras limpiaba la cafetería o servía café como si todo estuviera bien. Pero cada vez que escuchaba el murmullo de “b