Capítulo 34. La sombra de Vivienne.
Capítulo 34. La sombra de Vivienne
Narrador omnisciente:
Vivienne no necesitó mucho tiempo para confirmar sus sospechas. Había pasado semanas observando cada movimiento de Alaric, cada cambio en su rutina, cada silencio incómodo durante las reuniones. Había aprendido a leerlo como nadie, y no se equivocaba: él había encontrado a Aylin.
Al principio dudó. Había querido convencerse de que no era cierto, que los brujos habían logrado sellar de manera definitiva cualquier vínculo que pudiera unirlos. Pero en el fondo de su ser sabía la verdad. El brillo en los ojos de Alaric cuando volvía tarde, la forma en que apartaba a todos para quedarse solo en su despacho, el cansancio mezclado con cierta determinación… todos esos detalles lo delataban.
Vivienne había hecho lo imposible por borrarla de su vida. Había prohibido su nombre dentro de la manada, había implantado la etiqueta de “la traidora” como única forma de referirse a ella, y aun así, Aylin seguía presente. No en palabras, sino e