Capítulo 21. El rastro perdido

Pov Alaric:

Héctor había salido hacía ya tres días y todavía no había recibí noticias suyas. Le di instrucciones claras: encontrar cualquier rastro de Aylin, hablar con quien fuera necesario, revisar cada pueblo, cada cruce de caminos. Si había alguien capaz de dar con ella, era él. No solo era mi mejor amigo, también era mi futuro Beta. Confiaba en su capacidad. Pero la falta de novedades empezaba a frustrarme más de lo que quería admitir.

Me encontraba en el despacho, revisando informes de patrullas y mensajes de clanes vecinos. El ambiente en la manada seguía tenso. Mi padre estaba peor, Vivienne más confiada que nunca, y yo con la sensación de que todo se me escapaba de las manos. No podía permitirme fallar y menos ahora.

El golpe en la puerta me sacó de mis pensamientos.

—Adelante —dije.

Héctor entró. Llevaba el rostro serio, el pelo despeinado y lleno de polvo, verlo así no me estaba dando buena espina.

—No he podido dar con ella. He pregunt