Capítulo 16. Cuando arde el alma.

Cuando por fin mi vida volvía un poco a la "normalidad", tuvo que aparecer ese hombre. Desde que el cazador llegó al pueblo, no he conseguido dormir bien ninguna noche; hasta he pensado en irme a otro lugar, pero creo que si lo hiciera, él me seguiría, así que tengo que conseguir que se aburra de mí y se convenza de que soy una simple humana. Pero siento que él está alerta, esperando a que yo cometa un error.

Clara me ha repetido mil veces que no use mis dones, que no me deje llevar, que no le dé motivos para quedarse. Pero es difícil mantener la calma cuando lo siento tan cerca.

Llegó a la cafetería y, de nuevo, está llena. Apenas quedan dos días para que llegue la feria de otoño y después toda esta gente se irá; ojalá él también lo haga.

Cuando creía que no vendría, apareció. Pidió su café doble y se sentó en la misma mesa de siempre, con la vista fija en la barra.

Intenté ignorarlo y atender a los clientes con normalidad. Estaba limpiando unas