Capítulo 138. La niña del velo.
Capítulo 138. La niña del velo
No pasó ni un día desde el ataque del consejo cuando nos dimos cuenta de que algo le estaba afectando a Elara. Al principio pensé que estaba cansada, que la intensidad de su luz y el escudo que había creado la habían agotado. Pero por la mañana su frente estaba ardiendo, y sus ojos parecían brillar con una intensidad extraña, que no podía ignorar.
—Elara… —susurré, sosteniéndola en mis brazos—. ¿Estás bien?
Ella gimió débilmente, y sus pequeños dedos se aferraron a mi camisa. Pude sentir que su energía no era la misma; algo dentro de ella se agitaba, un cambio que yo no había visto antes. No era solo fiebre; era algo que iba más allá.
Al acercarme más, noté que sus ojos habían cambiado. No eran solo plateados como siempre; ahora uno era blanco puro, y el otro negro como la sombra más densa. Un doble iris que parecía reflejar algo que iba más allá de nuestra comprensión. Me quedé paralizada, sin saber si debía alarmarme o simplemente observar.
—Esto