66. Todo por ella
Axel tenía un cuerpo debajo del suyo que se apegaba a él con mucha facilidad que le parecía un poco asfixiante. Sasha no se había despegado de él durante la noche y en ese momento ella lo tenía bien sujetado con sus brazos y piernas.
Ella se notaba cansada, no la culpaba porque durante el último mes las cosas se han puesto color de hormiga y la pobre chica ha tenido que lidiar hasta con un jodido vampiro que busca una Melek.
Tal vez Ares o Jack sabrían a qué se debía que quería una Melek.
— Quiero comer mangos —susurró Sasha entre sueños—. Muchos mangos…
— Sasha —pasó las yemas de sus dedos por la mejilla sonrojada de su esposa—. No puedes andar comiendo mangos mientras duermes.
— Quiero comer mangos, por favor.
Levantó ambas cejas, verificando que ella estuviera despierta, pero nada pasó. Sasha tenía la tendencia de hablar dormida, decir lo que pensaba y del mismo modo sucedía cuando estaba borracha, ella era un tremendo caso que no sabía cómo lidiar.
Se alejó de ella, en cuanto su