Año 977 A.c.
20 años después de la restitución de Radin como Nación.
Coronación…
Hadassa observó a Malek con orgullo mientras le ajustaba los botones de su camisa y reprimía un poco los labios por la emoción. El momento había llegado, y ella no sabía cómo ordenar todas sus emociones, mientras sus manos temblaban evidentemente.
—Tranquila, mamá… —Malek tomó sus manos en las suyas, y luego las besó dulcemente.
—Solo… estoy emocionada y estremecida con lo que ha estado sucediendo en estos años a nuestro pueblo… parece increíble… —Malek llevó los dedos a su mejilla para quitar las lágrimas de su madre, y luego besó su frente.
—Ha sido el creador quien nos ha posicionado en este momento de la historia, madre, y me siento muy privilegiado por haber esperado, y por ser el próximo rey de Radin… gracias por tu confianza.
Hadassa asintió hacia él tomando sus manos, besándolas, y recordando al mismo tiempo, que hace 8 años, cuando Aarón tenía solo 20, había asumido desesperadamente el rei