Rashad.
6 años después…
—Manda una emboscada… y no dejes ni una sola vida, ni siquiera si piden negociar… —Nabu asintió mientras diez generales se levantaban de la mesa, y corrí la silla hacia atrás para pensar que, en esta nueva invasión, estábamos por obtener un buen botín.
Los malditos habían entrado a la ciudad de Babel solo para inspeccionar el palacio, y así anunciar a su rey que era imposible un ataque de cualquier forma. Después de eso llegaron a donde Labán, en Asera, pensando que él se pondría de su parte, y cuando no vieron salida, quisieron negociar conmigo.
Por supuesto, muy poca inteligencia.
Kalá, ya era un pueblo destruido, y me encargaría que ni las almas vagaran por sus suelos desde que llegáramos a sus tierras que formarían ahora parte del imperio Babilónico.
—¡Papá…! —un gritó hizo que alzara la cabeza y vi ese rostro rojo y muy enojado de Aarón, mientras sus ojos azueles se hicieron más profundos.
Malek venía detrás de él de forma lenta y con el rostro serio, col