Hadassa.
Aun no…
Necesité prepararme mentalmente para entrar en la habitación de Rashad de nuevo porque debía parecer serena; conociéndolo bien, él podía incluso leer mi mente, mis expresiones, mi alma…
El guardia ni siquiera me preguntó alguna cosa cuando me abrió la puerta en plena madrugada, e ingresé a la habitación para ver observar que estaba limpia y todos los paños y rastros de sangre, habían desaparecido por completo.
Caminé de forma lenta llegando hasta la cama y observé como Rashad estaba dormido, vendado con los ungüentos correspondientes, y solo con una manta cubriéndole los muslos, y su zona íntima.
Pude notar que su respiración era tranquila, y detallé su rostro que aún tenía una poco de sudor, mientras pasé la mano a su frente pa