14. Ronal 
— Será lo mejor...— dijo a regañadientes.
En una de las empresas exportadoras, Héctor se encontraba con un grupo de ejecutivos, el mismo de la última vez.
— Veo que el trato se está cumpliendo...— dijo Fernando observando algunos documentos.
— ¿ Todavía dudaba?...— preguntó H sirviendo un par de copas.
— Nunca debes confiar ni del tipo con la mejor reputación...— Respondió cogiendo su vaso.
— Leyes del negocio...— dijo con una sonrisa fría.
La puerta se abrió y entró un chico de cabello lacio teñido de gris oscuro, alto de piel clara y ojos miel. Caminó hasta su padre sin fijarse en nadie y como le indicaron se sentó.
—¡ Buenos días!— saludó al sentarse.
H le miró con mala cara porque no sabía que él chico vendría.
— Él es Ronal, mi hijo mayor...— dijo sonriendo — Quise que conociera parte de la empresa aunque piensa estudiar medicina...
— Médico... Salvar vidas humanas y tal— exclamó uno de los ejecutivos.
— Veterinario...— respondió y bajó la cabeza en señal de tristeza — Regina sí