Cap. 18 Jubi.
Ino se dio media vuelta, nerviosa.
—Me encuentro bien… no pasó nada.
María la observó con atención. Su actitud no era normal.
—No es cierto. Algo te pasa.
Ino tragó saliva. María se acercó y notó una pequeña mancha en sus labios.
—Abre la boca, Ino.
Ella se puso aún más nerviosa. No sabía qué hacer. Entonces, la voz volvió.
—Abre la boca y dile que comiste unos dulces que pintan la boca. Di que fue por accidente.
Ino obedeció. Al abrir la boca, María se sorprendió: su lengua y dientes estaban teñidos de un morado oscuro.
¿Está enferma? ¿O es una transformación por alguna habilidad?, pensó María.
—No te asustes, mamá. Lo que pasa es que comí unos dulces… no sabía que pintaban la boca.
María suspiró, aliviada.
—Menos mal. Pensé que era otra cosa. Bueno, no vuelvas a comer esos dulces, ¿de acuerdo?
—Está bien. No volverá a pasar.
María se fue tranquila, creyendo que todo estaba bajo control.
Pero Ino pensaba: Lo siento mucho, mamá… pero estaría en problemas si descubrieran lo que hice.
La