Terminé el beso y decidí tomar el micrófono para dar un discurso ¡buenas noches! Damas y caballeros le agradezco mucho que se hayan tomado la molestia de venir a celebrar nuestro aniversario. Quisiera también contarles un poco de nuestra historia, tuve el placer de conocer a esta hermosa mujer en Rusia y quede prendado de su belleza, traté por todos los medios acercarme a ella. Pero ella me rechazaba, cosa que me tomó por sorpresa, ya que las mujeres más bien suelen correr hacia mí, pero ella no me dedicaba ni una mirada y cuando escuchaba mi voz actuaba como si yo fuera un fastidioso mosquito. Debo confesarles que comencé a acosarla, me aparecía en cada lugar donde sabría que ella estaría, luego en contra de su voluntad le coloqué un par de guardaespaldas y un chofer. Lo que desató una guerra entre ambos, mi mujer está acostumbrada a luchar sus propias pantallas y a tomar sus decisiones, mientras que yo estaba acostumbrado a imponer mi santa voluntad.
—ja, ja, ja.
—ella luchaba por a