REINA DEL MAR. CAPÍTULO 87. Bajo deseo y coacción.
REINA DEL MAR. CAPÍTULO 87. Bajo deseo y coacción.
Lo siento temblar, estallar, ser feliz a niveles insospechados mientras se corre en mi boca. Es difícil no reconocer que las cosas no han cambiado casi nada entre él y yo, que el deseo sigue intacto y sigue siendo feroz.
Me inclino hacia adelante, pegándome por completo a Ren, acostándome sobre su cuerpo con las piernas abiertas mientras él parece una estrellita de mar tirado sobre el suelo de la cubierta. Siento cómo el calor entre nosotros se intensifica y apoyo la barbilla en mis manos, juguetona, mientras lo escucho suspirar. Sé que está mirando mi trasero por encima de los hombros, y saberlo me hace sonreír por dentro. Me gusta saber que lo vuelvo loco, que me desea así.
—¡Maldita seas, hayabusa! ¡Acabas de dejarme sin fuerzas! ¿Qué crees que haces? —gruñe, con esa mezcla de impotencia y deseo en su voz que me derrite, y siento cómo vuelve a endurecerse debajo de mí cuando empiezo a restregarme sobre él, despacio, provocándolo. U