REINA DEL MAR. CAPÍTULO 23. Todo queda en familia
REINA DEL MAR. CAPÍTULO 23. Todo queda en familia
El alta llega pocos días después, por suerte, porque Ren no se ha ido de aquí y los dos necesitamos un baño de esos que te lavan hasta el alma.
El médico entra con cara seria, pero apenas puede disimular la sonrisa porque con la presión que son los Toshiro, debe estar más que feliz de librarse de mí.
—Señorita Hall, ya está bien. Le voy a dar el alta con la condición de que tiene que descansar.
—Perfecto —digo, mientras firmo los papeles—. Me voy a casa...
Pero Ren niega con la cabeza desde la esquina, como si esa parte no estuviera a discusión.
—Te llevo a la mansión —dice.
—¿Qué parte de “voy a mi casa” no entendiste?
—¿Qué parte de “no vas a estar sola” no entiendes tú?
Lo miro, cruzo los brazos y el médico desaparece como por arte de magia. Como si supiera que esto se va a poner candente. ¡Uy, se va a poner candente!
—¡Ruby, casi te matan! Y el cabrón de Finnigan no es tu único enemigo. Así que no me importa si tienes más armas que