REINA DE HIELO. CAPÍTULO 20. Una estrategia peligrosa
REINA DE HIELO. CAPÍTULO 20. Una estrategia peligrosa
Primero las risas, al menos hasta que el momento incómodo pasa un poco. Pero en cierto punto supongo que es inevitable que Viktor mire mi pecho con la atención necesaria y la marca roja sobre él lo hace apretar los puños.
Sale del baño con el ceño fruncido y lo escucho decirle a Marcia, que está esperando justo afuera, que traiga un cambio de ropa para mí.
—Y procura que sea algo decente, Marcia. A menos que quieras sumar otro a tus muchos errores del día —dice con voz baja, pero tan cortante que siento cómo se me eriza la piel.
Mientras ella se va, imagino que con los labios apretados de rabia, me envuelvo lo mejor que puedo en una camisa blanca de Viktor que hay en una percha cercana, ya se la pagarñe después. Me queda grande, obvio, pero huele a él. Ese aroma masculino, caro y un poco amaderado que lo acompaña siempre me inunda la nariz, y me siento rara con ella puesta, vulnerable pero cómoda a la vez. Hay algo reconfortante e