REINA DE HIELO. CAPÍTULO 15. Trágicas coincidencias… o no.
REINA DE HIELO. CAPÍTULO 15. Trágicas coincidencias… o no.
Estoy sentada frente al monitor, con una taza de café que ya no tiene café y una hoja de cálculos que no me está dando nada más que dolor de cabeza. El modelo del motor no cierra por donde quiero y me estoy empezando a preguntar si quizás necesito un descanso. O sea, por fin estoy donde necesito estar en esta empresa, pero también es un poco como meter la cabeza en la boca de un león y confiar en que el león es vegano.
Suena el celular con una llamada, y no cualquier llamada: Oskar.
—¿Hola? —contesto, sin muchas energías.
“¿¡Alma!? ¿Estás bien?” dice con esa voz de cuando mezcla preocupación con drama innecesario.
—Sí, ¿por? —Le doy un trago al café frío por inercia y hago una mueca. ¡Horrible!
“Encontré tu nota, la que dejaste en tu departamento. Pensé que… no sé, que te habías ido del país o algo peor”.
Cierro los ojos y respiro. ¡Claro, la maldit@ nota!
—Lo siento. Fue una estupidez dejar eso así. Estoy bien, Oskar, de ver