Deva
-Reiko yo…yo estoy rota- le dije juntando mis labios en una delgada línea que apenas era capaz de sostener mi llanto ansioso por salir.
El me miró confundido, pestañeé un par de veces y entendí que era hora de confesarle todo lo que llevaba guardando en mi corazón, eso que me quemaba la piel y me impedía avanzar con mi vida.
¿Por qué él me inspiraba confianza? No lo sé, pero aquel hombre había logrado romper las barreras, y ahora yo sólo sentía ganas de deshacerme en él.
No sopesé las posibilidades negativas de revelar mi secreto a un hombre que conocí hace apenas una semana, tampoco pensé en si él me juzgaría o no por mis actos pasados, mi corazón estaba tan apretado, tan tirante que ya no era capaz de contener todo lo que llevaba dentro. Me toqué el pecho como trat