Durante toda la mañana, Dominic no pudo quitarse de la cabeza que Joel estaba cerca de Christian.
Perdió hasta los papeles en una reunión.
Gritó a todo el mundo.
No se concentraba.
Y lo que es peor...
Estaba dejando ver demasiado lo que realmente era.
Su verdadera naturaleza.
Peligrosa.
Letal.
Y en ese momento, demostrando el enorme grado de posesividad y celos que despertaba Joel en él.
-¿Señor Johnson?-
Joel llamó un par de veces a la puerta de Christian a pesar de encontrarse abierta.
El rubio levantó la mirada de algo que ojeaba.
-Joel te tengo dicho que no me trates de usted- dijo obsequiandole con una sonrisa.
-Aaa, ya pero es que no estoy acostumbrado y...-
-Pero pasa, no te quedes ahí- pidió Christian.
Joel, con su timidez habitual, se adentró al despacho.
-Por favor, cierra la puerta- señaló Christian.
Obediente, Joel cerró.