-¿Y qué tal te va?- preguntó Ricky tras tomar asiento en una de las mesas de la cafetería y hacer el pedido.
-Muy bien- respondió Joel sonriendo.
-Entonces, lo...lo tuyo con...Bale es...va en serio ¿No?-
El castaño pudo notar su frustración.
-Mucho-
-Yo...yo no...no lo puedo entender Joel- rió con pesar su amigo -Nunca... tú nunca has...mirado a otros tíos y...conoces a...ese chulito de...Bale y...te enamoras-
-Dominic no es un chulito,Ricky- defendió Joel al que era dueño de su Adelezón cuando sintió el mismo pinchazo de antes y siseó.
-¿J-Joel, te...te pasa algo?- se preocupó Ricky.
-No, no, estoy bien, solo...solo ha sido un...retortijón...-
Otro, aún más agudo, le hizo dar un jadeo.
-iJoel!- se alarmó su amigo pegando un bote de su asiento.
No sabía qué demonios le pasaba.
Nunca había sufrido semejante dolor.
Era como si algo le pinchara dentro de sus tripas y las aplastara.
-iJoel, Joel, qué te