Mundo ficciónIniciar sesiónMe dieron un día para decidir si quería morir y tal vez salvar el mundo, así que hice lo que cualquier persona racional haría: fui a emborracharme.
Salí del laboratorio expandido sin mirar atrás, ignorando las quince miradas divinas que me siguieron hasta que las puertas se cerraron. Nova había sido clara: veinticuatro horas exactas. Ni un minuto más, ni uno menos. Podía sentir el temporizador cósmico iniciándose en algún lugar del universo, marcando cada segundo que me quedaba de vida tal como la conocía.
La presión era insoportable. No solo el peso de la decisión, sino la certeza de que cada momento que permaneciera inmóvil era tiempo desperdiciado. Así que caminé. Sin rumbo, sin propósito, solo poniendo un pie delante del otro por una ciudad que no conocía y donde nadie me reconocía.
Era extrañamente liberad







