Mundo ficciónIniciar sesiónEl primer indicativo de lo que se aproximaba fue el temblor que recorría el suelo bajo nuestros pies con una regularidad que no era natural, como si el corazón del planeta mismo estuviera palpitando en sincronía con algún ritmo cósmico que solo Selena podía escuchar y comprender plenamente. Nos movimos hacia el horizonte donde la torre de luz plateada-púrpura continuaba disparándose hacia el cielo como espina dorsal de algún dios que estuviera naciendo lentamente a través de acto de violencia ritual tan antiguo que predataba civilizaciones modernas con facilidad.
Y luego los vimos realmente, no como abstracciones sino como realidad palpable que nuestras mentes apenas podían procesar en escala apropiadamente.
Los lobos del continente marchaban.
N







