CAPITULO IV CORRER EL RIESGO

Después de ese momento tan intenso en ese baño, logre salir victorioso porque había obtenido el numero de la mujer que me traía loco, si, loque guardar mi número en su móvil, hacerme una llamada y asi, obtuve su número.

Lo sé, soy un crack, no en vano soy uno de los más poderosos de la mafia italiana, no me iba a quedar grande obtener su número por mí mismo.

Aunque en realidad, después de esto, viene lo realmente difícil o eso creo, invitarla a salir…

No sé si ella acepte salir conmigo, porque, si somos coherentes, soy un desconocido para ella, pero no puedo evitarlo me atrae demasiado y quiero que sea solo mía, quiero darle todo lo que ella nunca se imaginó, aunque el que nunca se imaginó en esta situación fui yo.

Andros Bianco, 23 años de edad, sucesor del negocio de la familia Bianco, una de las mafias más grandes de Italia, domino 4 idiomas y el corazón de mi madre lo cual es realmente difícil y logré que mi padre me cediera el poder absoluto de los negocios de la familia, yo, nací para esto, nací listo y si mi ego es más grande que mi fortuna, creo que en mi 1.85 de estatura no cabría todo mi autoestima y ego juntos.

Pero luego pasa esto, acabo de toparme en mi vida con ella, esa muchacha que no le pongo más de 21 años, hermosa de pies a cabezas y con la mirada más dulce que pude haber visto en toda mi vida, sin contar que habla el italiano más sexy que haya visto, puedo decir ahora mismo, que me enamore.

Me decidí y la llame, le dije que la recogería y de verdad nunca había estado tan nervioso, ni si quiera cuando di mi primera orden de matar a un enemigo me había sentido asi.

Me aliste y decidí que iría en un auto no tan llamativo y que yo mismo conduciría, mis guarda espaldas irían en otro auto, quería tener este momento solo para concentrarme en ella y conocerla.

Cuando la vi salir de su casa, wow, me quedé sin palabras, Rebecca simplemente era la mujer más hermosa para mí.

-te ves tan hermosa.

logré decirle en forma de susurro justo cuando iba entrando al auto, no sé cómo me contuve para no besarla apenas la vi.

Todo el camino fue muy tranquilo, hablamos cosas normales, conociéndonos.

-llegamos cariño, permíteme abrirte la puerta.

Me bajé del auto, di la vuelta y le abrí la puerta del asiento del copiloto.

-permítame

Extendí mi mano para ayudarla a salir del auto.

-wow que hermoso aquí Andros, que es este lugar?

-es un restaurante, pero quería que esta noche fuera solo de los dos.

-asi que rente todo el lugar, solo para nosotros.

Le di una hermosa sonrisa a lo que ella no podía creer que fuera posible, su expresión de sorpresa me causo mucha ternura.

El lugar era hermoso realmente, era prácticamente de cristal completamente, iluminado tenuemente y se podía admirar las estrellas desde adentro, era como estar en medio del universo.

Ya estando en nuestra mesa, era una mesa en todo el centro del lugar, que, al mirar al techo, se veía la hermosa noche estrellada.

-te traje un presente Rebecca.

-no,no,no era necesario, está bien, no puedo recibirlo.

-vamos cariño, quiero que tengas esto siempre contigo.

Le acerque aquella cajita azul, con eso tan lindo que compre para ella.

-es demasiado hermoso Andros, gracias.

Sus ojitos de felicidad eran todo lo que necesitaba.

Pedí diferentes platillos, quería hacerla sentir como lo mejor del mundo.

Después de terminar la cena, salimos a caminar por la hermosa terraza, me pidió que le ayudara a colocarse lo que le había regalado, un brazalete de oro blanco con pequeños diamantes formando una RR, sus iniciales, Rebecca Rossi.

La tome de las manos y la acerque más a mí, la tome por el rostro y le dije…

-Rebecca, quiero conocerte más, saber todo de ti, quiero que seas mi novia, luego mi esposa y que estes siempre conmigo.

Creo que la sorprendieron mis palabras, de todas formas, no espere más y la bese.

Ella me correspondió el beso, pero en cuestión de segundos reacciono.

-Espera Andros, aun no te doy una respuesta.

-Asumí que el beso era un si cariño.

Dije con mi mejor cara de tierno, que ni yo me podía creer en estos momentos, si mi padre me viera, diría que soy un débil o mejor aún, si mi madre me viera, estaría acabado tendría bulillyng de por vida en mi familia.

Ella solo se hecho a reír.

-pues sigamos conociéndonos, no te parece?

-Pero Rebecca, nos podemos conocer mientras somos novios, ¿sí?

-está bien, acepto.

Solo pude volver a besarla, un beso con demasiado deseo y no solo de mi parte, nos separamos por falta de aire y me pidió ir al baño, que ya volvía, pero yo no la dejaría ir sola, la espere afuera como 2 minutos, luego de eso no aguante más y entre, y hay estaba ella mirándose al espejo un poco sonrojada, yo solo me acerque por detrás, viendo nuestros reflejos en el espejo.

La tome de ambas manos y deje suaves besos en su cuello, mientras ella miraba atenta por el gran espejo, yo miraba de reojo sin dejar de besarla y escuchar su respiración agitarse cada vez más, solté sus manos y agarre su cintura, suavemente iba subiendo mis manos buscando sus pechos mientras besaba y hacia pequeños chupones en su cuello, afloje ese pequeño nudo que traía por la parte trasera de su vestido, vestido que dejaba descubierta toda su espalda.

-amo lo lindo que te queda este vestido.

Solté el pequeño nudo y metí mis manos por el escote de la espalda y pude alcanzar sus pechos.

-oh, cariño, que tenemos aquí, estos lindos pezones están tan duros, por mí?

-están tan duros como tú, Andros, o crees que no puedo sentir tu erección rosándome el culo?

Nos mirábamos fijamente a través del espejo, lo cual lo hacía mucho más excitante.

Ella movía sus caderas para rosar su hermoso trasero contra la erección que tenía en mis pantalones, no resistí más y la gire para que quedara totalmente frente a mí, la subí al lava manos extenso que había y baje la parte de arriba de si vestido, dejando sus pechos completamente expuestos a mi vista.

Nos miramos fijamente y procedí a llevar uno de sus pechos a mi boca, chupando esos deliciosos pezones, tan duros como la tenía yo y con mi otra mano masajeaba su otro pecho

-que bien sabe este adorable pezón cariño, quiero probar mucho mas de ti

-entonces hazlo, adelante, prueba todo lo que quieras de mí.

-amo que tengas esa disposición y solo quiero que seas solo para mí.

Cambié de pecho y con mi mano libre empecé a buscar debajo de su vestido y que linda sorpresa encontré.

-estas tan húmeda cariño, tienes tus bragas totalmente mojadas.

Rebecca se sonrojo levemente y aun asi nunca aparto la mirada de mi vista, se mordía el labio tan jodidamente sexy.

Abrí sus piernas y metí mi cabeza bajo ese vestido.

-tu aroma me encanta y tu sabor umm, que delicia.

Pase mis dedos y lengua por encima de su ropa interior y escuchaba como ella gemía de placer.

Después de un rato hice sus hermosas bragas a un lado y procedí a meter mi lengua en ese lugar tan húmedo y delicioso, chupe, lamí, succione y me comí su coño de la manera más deliciosa que nunca se lo habrían comido.

-vamos cariño córrete en mi boca, dame todo eso solo a mí, quiero comerme este coño siempre y escucharte gritar mi nombre

-ANDROS no puedo más, me voy a correr

Me dijo entre gemidos y para mí fue como una dulce melodía y en cuestión de segundos sentí como se corrió en mi boca, tomé cada gota que salió de ella, la seguí sobre estimulando aun cuando ya se había corrido, pero no quería desperdiciar nada y ella solo gritaba y se retorcía de placer, me agarraba del cabello hundiendo mi cara más y más en su coño, su delicioso coño.

Sentía sus piernas temblar y se volvió a correr gritando mi nombre.

-cariño eres demasiado deliciosa, le dije mientras besaba cada pecho y acomodaba su vestido.

-Andros quieres matarme a la primera? Jajajaj

Y me beso.

-sí, realmente soy muy dulce, jajajaj

-creo que deberíamos irnos Andros

-y piensas en dejarme asi de duro?

-lo siento, es tarde, y se bajó del lava manos y salió del baño

¿Realmente no lo podía creer jajajja, esta mujer me ha dejado con una erección y se fue? Definitivamente Rebecca es otras ligas y si sigue asi, voy a caer demasiado fuerte y creo que valió la pena tomar el riesgo.

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