Capítulo 2

Alejandra Marie Costa de Bonnet

—Raquel, puedes ayudarme con los invitados, debo hablar con mis suegros sobre Jonathan —Digo con un nudo formándose en mi garganta.

—Señora Bonnet, no quiero ser entrometido, pero debería sincerarse con sus suegros, no puede cargar con eso sola, los señores Bonnet son comprensivos.

Mis suegros compresivos algún día quisiera ver eso… pero, ellos solo comprendían a una sola persona su hijo mayor y nadie más fuera de su núcleo familiar.

—Lo sé, Raquel, gracias porque  siempre estás de mi lado –Veo, pena en su ojos eso me pone aún más triste.

—Siempre señora, voy apoyarla, aunque parezca entrometido de mi parte quiero expresar mis pensamientos, señora debe ponerle un paro al señor Bonnet, por su propio bien. Son muchas las ocasiones que hace esto no es justo para usted.

Estoy de acuerdo con ella, sin embargo que puedo hacer divorciarme, se formula la palabra en mi mente.

—Gracias, Raquel. Iré en buscar de mis suegros —Me despido de ella con mis ojos picantes por la necesidad de llorar.

Inicio mi camino de la vergüenza preguntándome ¿Por qué debo continuar soportando más indiferencia de mi esposo, estoy llegando a mi límite? Un año de matrimonio más dos de noviazgo totalmente perdidos.

Detengo mis pasos para retomar fuerzas respiro profundo para controlar mis nervios ¿Por qué me lastima de esta forma? ¿Por qué no me pide el divorcio de una buena vez por todas? ¿Por qué dejarme en esta incertidumbre?

Estoy por reiniciar mis pasos cuando al elevar mi rostro choco con alguien frente a mí, estoy por caer hacia atrás por la fuerza del golpe, pero mi caída al suelo nunca llega, unas fuertes manos me sostienen de mi inminente golpe en el suelo. Para luego envolverme entre sus brazos.

Conmocionada me pregunto de quien se trata pero al reconocer su voz se exactamente de quien se trata mi salvador.

—Estás bien, Alejandra. No te hiciste daños —Esa voz electriza mis sentidos pertenece a ese hombre.

—Yo, estoy bien… solo, me distraje por favor, disculpe señor Müller —Me siento tan a penada que no puedo ver directamente su rostro.

—Segura que te encuentras bien Alejandra —Asiento aún entre sus brazos.

Su mirada se concentra en mi rostro, por un momento he olvidado que debo hacer mi cerebro está en blanco, que me está pasando por qué actuó así con este hombre.

De repente su mirada se concentra en mi rostro como si estuviera contemplando lo siguiente a decir es correcto.

—Alejandra, eres muy hermosa. La mujer más hermosa que he visto en mi vida. Es una pena que estés casada con Jonathan…

¿Qué cosa dijo este hombre?

Richard Müller

Estuve vigilando sus pasos desde que se alejó, dejándome solo con sus suegros ¡Ella me ha cautivado! Parece una dulce chica perdida en una ola de gente con la que no se siente cómoda. A mi mente acude un solo pensamiento ¿Por qué no la conocí antes que Bonnet? Que suerte tuvo al conocer ese bello ángel.

Entre la conglomeración de personas que asisten a su aniversario la veo esquivar con una sonrisa cortes a los invitados que la abordan para saber sobre Bonnet. Lo que me hace preguntarme ¿Dónde está mi amigo?

¿Por qué su mujer está sola en su propio aniversario de bodas?

Estudio su silueta como se desplaza como si se tratara de una elegante bailarina entre las personas. Ella es hermosa incluso al caminar. Se detiene junto con su asistente una chica de edad similar a ella. ¿Cuántos años debe tener? A pesar del maquillaje, Alejandra no logra ocultar que solo es una niña, quizás debe tener a lo mucho unos veintidós años.

¿Cómo terminó Bonnet casándose con una chica tan joven? Hasta donde tengo entendido mi amigo tiene mi edad.

Continuó siguiendo con mi mirada a la preciosa señora Bonnet, noto que su rostro pierde el color de repente por algo que su asistente dice ¿Qué puede estar ocurriendo?

Eso me lleva a prestarle más atencion.

Ella, se despide de su asistente, sus pasos ahora son distraídos, eso me confirma que algo malo debe estar pasando.

Mi instinto me lleva a seguirla entre la multitud de invitados, cuando me encuentro a unos pocos metros de ella,  busco hacer contacto visual con ella, pero en su distracción Alejandra avanza chocando su suave cuerpo contra el mío.

Su dulce aroma golpea mis sentimientos por un momento me siento perdido, pero al notar que ella pierde el equilibrio la sostengo de sus brazos con mis manos.

Luego la envuelvo entre mis brazos cuya respuesta de mis emociones alteradas por esta chica siento desplazarse  una corriente eléctrica expandiéndose en mis terminaciones nerviosas. Activando una sensación que creí jamás volver a experimentar después de ella. La mujer que rompió mis ilusiones hace unos años.

Alejandra me despierta de mi interminable sueño al sentirla tan cerca.

—Estás bien, Alejandra. No te hiciste daños —Pregunto preocupado por saber si se hizo daño.

Ella niega con su pequeña cabecita

—Yo, estoy bien… solo, me distraje por favor, disculpe señor Müller —dice, negando.

Su voz se escucha nerviosa, no soy el único afectado, aquí eso me da ideas, pero luego me regaño, por mis pensamientos que en este momento no son nada apropiados con una mujer casada.

—Segura que te encuentras bien Alejandra —Asiente nuevamente como un dulce cervatillo.

Sin poderlo evitar exteriorizo mis pensamientos ¡Si, me iré al infierno, será por ella!

—Alejandra, eres muy hermosa. La mujer más hermosa que he visto en mi vida, es una verdadera pena que estés casada con Jonathan…

Sus ojos se dilatan con sorpresa, ahí está esa mirada de cervatillo que me está enloqueciendo.

Sin detenerme en pensarlo lo suficiente, lo decido esta mujer será mía, aunque eso significa arrebatarla de las manos de Jonathan Bonnet.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo