¿Qué sucedería si la vida te da una segunda oportunidad? Para el piloto aviador Drako Marchetti la pregunta es simple… no existe un golpe de suerte con el cual puedas vencer al destino. Desde muy pequeño entendió que la mejor manera de sanar los dolores del alma era la soledad. Se refugio en los brazos equivocados intentando encontrar un poco del amor que por años se le había negado; al poco tiempo, perdió a su primer hijo. Nada se compara con el sufrimiento de un padre. Todo tiene solución y para un corazón roto solo se necesita un par de ojos azules, muy similares a los que posee la señorita Agnes Bianchi, la única mujer que podrá tambalear el exorbitante espacio en donde el piloto vuela por los cielos. El amor viajara como el viento, trayendo una nueva esperanza y arrancara de raíz todo aquello que algún día la oscuridad consumio.
Leer másEpilogo.Bogotá, Colombia.Dos meses después.Agnes.Aun no puedo superar la muerte de Edgar. El dolor que dejo en mi corazón no es más que una tortura latente cada mañana al despertar. La única manera en la que he salido adelante ha sido gracias a mi hijo y a Drako, se han mantenido muy cerca de mí. El padre de mi pequeño permaneció dias y noches enteras a un lado de mí, sin decir ni una sola palabra abrazo mi cuerpo con amor demostrándome que podría contar con él para lo que fuera. Enterré a mi pareja en el cementerio privado de la finca y al lanzar el primer puño de tierra me desmorone como si mi mundo se haya destrozado en mil pedazos. Imagine una vida junto a él y por una extraña razón el destino me lo arrebato dejando de nuevo sola.—Buenos dias —Drako entro a la habitación sin llamar a la puerta como cada mañana —¿Cómo estás?—Bien —dije al levantarme de la cama —¿En dónde esta Gabriele?—Claudia se está encargando de el —miro por la ventana. Es asombrosa la belleza que posee c
Narrador omnipresente.El imponente italiano se preparó para acudir a la celebración que se llevaría a cabo cuando el sol se oculte. A pesar de que le duele el alma está dispuesto a ver con sus propios ojos lo que su rival tiene preparado para el amor de du vida. No ha sido nada fácil desprenderse del gran cariño que le tiene a la madre de su hijo, aún quedan cenizas del intenso fuego que ardió en ellos mucho antes de que Gabriele naciera, y me temo que aun la lascivia y el deseo se mantienen intactos en el interior de los dos.Con un último vistazo al espejo, Drako decide emprender el viaje a uno de los hoteles más lujosos de todo parís. Las luces de la cuidad le indican que todo ha terminado y que ya no puede hacer nada para recuperar a la mujer que ama, quizás el único culpable de todo esto fue el, o tal vez, el destino este moviendo sus cartas para nuevamente dejarlo de rodillas y sin estabilidad. A la primera persona que se encuentra en la entrada del edificio es a Dorien, su pad
No quiera separarme de mi hijo, pero tenía que hacerlo ya que era demasiado tarde como para seguir retrasando sus horas de sueño, además, en todo el momento que estuvo entre mis brazos no lloro y ni siquiera pidió alimento, cosa que si me preocupa puesto que los bebés a esa edad se alimentan cada hora. Con dolor y pesar se lo entregue a su madre para que se encargue de él. tuve que retirarme para poder llegar a mi casa.—¿Ahora porque tan tarde? —mi viejo ya es demasiado lento asi que casi no se mueve mucho.—¡Tengo un hijo! —dije emocionado y gritándolo a los cuatro vientos.—¡¿Qué?! —se puso de pie al escucharme.—¡Soy padre, Roberts! —levante su cuerpo como si fuera una pluma —¡Agnes me dio un hijo! —bese sus mejillas de la emoción.—¡No me jodas ¿es verdad lo que me estás diciendo?!—¡Si, Roberts! ¡Mi pequeño se llama Gabriele y apenas tiene un mes y medio de nacido! —dije sonriente —¡Es una cosita hermosa, tiene el cabello negro como yo! ¡Ah, y también tiene el mismo lunar que yo
París, Francia.Drako.E decidido darme un respiro asi que la mejor manera de descansar la mente en entre los vientos de la tierra del amor. Durante todo este tiempo que he dedicado mi vida entera a viajar y a ser piloto he recorrido cada rincón del mundo, es por ello que ya no me sorprende nada nuevo entre la comunidad francesa, aunque debo confesar que me gusta mucho el ambiente que manejan entre los callejones de la perdición.Deje al profesor Roberts en la residencia que se encuentra a un lado de la mansión del doctor Leroy, un reconocido medico genetista. A mi parecer se ve que oculta algo más que simple gentileza, aunque cabe destacar que el doctorcito es un hijo de puta en toda la extensión de la palabra, pero, en fin, esa es otra historia que no me corresponde contar.Con intenciones de relajarme lo más que pueda antes de volver a las andadas, decidí disfrutar de un delicioso café en uno de los restaurantes con más prestigio en todo París. Tiene una vista espectacular a la tor
Un mes y medio después.Edgar.Me quede en el despacho más tarde de lo debido ya que surgieron problemas a ultima ahora y tengo que resolverlos antes de preparar el viaje que haremos mi familia y yo a Francia. La salud de Agnes está bastante bien, ya le dieron el alta y la muy terca decidió ayudarme con los asuntos financieros de la empresa. Al igual que se encarga del bebé a tiempo completo cuando yo estoy demasiado ocupado como para tan siquiera darle una mano con Gabriele, afortunadamente tiene a Claudia y a una de las chicas de servicio que pueden ayudarla cuando más lo necesite. También la salud de mi hijo es buena, ya que el pediatra me dio luz verde para que por primera vez en su vida se suba a un avión y viaje al país en donde le pediré matrimonio a su madre.>—¿Amor? —no despegue la vista de la portátil al escuchar a Agnes cerrar la puerta —. Ven a la cama, no puedo dormir sin ti.—
Dos semanas después.Agnes.—¿Qué tienes mi amor? —levante a mi bebito y lo cubrí con las cobijitas para poder llevarlo hasta la cama y amamantarlo. Desde que salimos del hospital no he desaprovechado todo el tiempo que he tenido con mi hijo. También una parte fundamental es que Edgar se mantiene atento a lo que necesito al igual que la chica que se encarga de ayudarme cuando él no está, porque a pesar de que debo de estar en reposo, mi pareja tiene que ir a la oficina para resolver cualquier inconveniente que se presente.—¿Necesita algo señora? —dijo la chica al entrar a la habitación con varias mantas limpias.—No, muchas gracias —mire a mi bebé —¿Sabes en donde esta Edgar?—Me parece que se reunió con dos hombres en el despacho. Ya no debe tardar.—Ok —tuve mucha suerte con el tema de la lactancia ya que mis perlitas rosadas no se han agrietado por la succión que hace mi bebé cuando se alimenta. Lo que me ayudo bastante fue el estimulo que le dio Edgar a mis tetas cuando aun estab
Último capítulo