Convencí a Grace de venir conmigo al apartamento; quería tenerla en un espacio seguro y este para mí era el mejor lugar.
— Mañana iré por tus cosas, quiero tenerte aquí — Le dije.
Ella negó de inmediato, sorprendiéndome por completo.
— No quiero incomodarte — Me dijo.
Yo agarré su hermoso rostro entre mis manos y la observé.
— No me incómodas en lo más mínimo, te quiero aquí, porque quiero cuidarte — Le aseguré.
Ella alejó mis manos y volvió a negar con la cabeza.
— Créeme que así será mejor, yo estoy bien. Pero te prometo que si en algún momento llego a sentirme mal te lo diré — Me dijo.
Pero eso no me tranquilizaba en lo más mínimo, lo que vi hace unas horas no me gustó para nada, ella necesitaba ayuda, necesitaba de compañía y yo estaba dispuesto a dársela.
— Te quedas aquí, sabes que no me gusta perder el tiempo — Le dije en tono serio.
Ella sonrió ligeramente y me abrazó. Apoyó su cabeza en mi pecho y se quedó así por un momento.
— Perdón por ocultarte lo que de verdad pasó. Te j