Me desperté con el olor a comida, bajé de la cama y fui a la cocina; Dimitri era un lindo al cocinar para mí.
— Buenas tardes — saludó Hayden.
Yo miré a Dimitri, que tenía el ceño fruncido.
— ¿Qué hace él aquí? — pregunté señalando a Dimitri, haciéndome la inocente.
— Lo sé todo — dijo Hayden.
Me acerqué a él rápidamente.
— No le digas nada a Kat, por favor — le pedí.
Hayden me miró con seriedad.
— Te pidió que no metieras hombres a la casa y fue lo que primero hiciste, sin contar que lo dejaste solo con mi hijo — me dijo.
Yo le sonreí un poco.
— Dimitri es un buen niñero, y no pensemos en él como un hombre — le dije.
Dimitri gruñó y yo voltee a verlo.
— ¿Entonces qué carajo soy? — me preguntó enojado.
Yo me acerqué a él y lo abracé con fuerza.
— Mi amante — le dije.
Me puse de puntillas y le di un beso rápido.
— Perdón — le pedí.
Dimitri me apartó de él y se cruzó de brazos. Tanto Dimitri como Hayden me miraban acusadoramente.
— Lo siento. Estaba cansada y no tenía a quien más recurr