Ambos salimos del apartamento satisfechos y felices, él me acompañó hasta la salida del edificio y cuando ya estábamos allí, él volteó a verme.
— ¿Quieres que te lleve a casa? — me preguntó.
Yo lo quedé mirando y negué con la cabeza. quien diría que este hombre tan odioso y prepotente me preguntaría tal cosa.
— Puedo irme sola — Le dije.
Dimitri respiro profundamente.
— Después no te quejes de mi mala actitud — Me dijo de mala gana.
Yo sonreí un poco, era un poco lindo cuando trataba de ser amable.
— Quedamos en que esto será como si fuera un polvo de una noche ¿tu acompañas a casa a todas las mujeres con las que has follado? — le pregunté.
Dimitri se metió la mano al bolsillo, sacó su billetera, después unos cuantos billetes y me los metió dentro del escote.
— Para la hamburguesa — me dijo con una sonrisa.
Yo me saque los billetes y los guardé en mi bolso. Él se acercó más a mí, se inclinó y me besó, pero esta vez no fue un beso insípido como los que me daba anteriormente, yo le resp