El desfile había sido un éxito rotundo. Las luces, la música, los aplausos... todo se mezclaba en una sinfonía perfecta que coronaba meses de trabajo incansable. Valeria observaba desde bambalinas cómo el último modelo abandonaba la pasarela, sintiendo una mezcla de orgullo y alivio que le recorría el cuerpo entero.
—¡Lo conseguimos! —exclamó Lucía, su asistente, abrazándola con fuerza—. ¡Es el mejor desfile que hemos organizado jamás!
Valeria sonrió, pero sus ojos buscaban instintivamente a Enzo entre el público. No lo había visto en todo el día, algo inusual considerando que en los últimos meses apenas se habían separado. Le había enviado un mensaje diciéndole que llegaría directamente al evento por un asunto urgente de negocios.
—Señoras y señores —la voz del presentador resonó por los altavoces—, hemos sido testigos de una colección extraordinaria que redefine la moda contemporánea. Pero la noche aún no ha terminado.
Valeria frunció el c