Las semanas pasaron y faltando solamente dos para la fecha de parto que él doctor estipulaba, Esmeralda debió ir a la clínica nuevamente con contracciones regulares muy dolorosas.
Kenton estaba histérico al ver sufrir a su esposa y por temor a que algo estuviera saliendo terriblemente mal.
Cuando Esmeralda iba caminando a la consulta, tomando descansos entre cada contracción, fue que rompió fuente y allí todo se agilizó para la pareja.
El médico comprobó la dilatación y anunció que el nacimiento sería ese día.
Lourdes y su novio, el mejor amigo de Kenton, dejaron a los niños con Marie y se dirigieron sin demora a la clínica. Allí vieron a Kenton aún más alterado porque su esposa sufría y no sabía que hacer para disminuir su dolor. Él se sentía inmensamente impotente por no poder ayudarla y además temeroso por el miedo de que Esmeralda se descompensara y no resistiera.
-Kenton ven por favor- Lourdes llamó a su cuñado para que saliera de la habitación y poder hablar con él