Mi tía apartó sus ojos porque sabía bien que tenía la razón pero Angelique no miró esto, ella se enfocó en mirarme con un desprecio tan grande que me empezó a sofocar a un punto insoportable sin embargo eso desapareció en el momento que Ilán puso sus manos en mis hombros entonces volví a alzar la cabeza y a sentir ese alivio que solamente sentía con él.
— Muy bien, mañana quiero que se levanten temprano ya que vamos a ir al hotel y será su primer día de trabajo — pusé mi mano en la de Ilán que aún se mantenían en mis hombros — no quiero que trasnochen o piensen que van a tener un trato preferencial solo porque son mi familia, las enseñaré a que el trabajo no mata sino que dignifica a la persona.
— Espera un momento — mi tía miró a Ilán — ¿Este tipo sigue viviendo aquí? ¿Quién es para meterse en los asuntos de la familia Sallow?
— No sé si la calle te dejó con indicios de alzheimer pero te recuerdo que él tiene todo el derecho tanto a vivir aquí como a meterse en los asuntos familiares