Una semana después
Ni siquiera me atrevo a mirar a Eydran durante las veces que nos hemos encontrado. Porque sí, es imposible no ver a alguien cuando viven juntos y tienen a una recién nacida en común.Claramente, él ha respetado mi decisión y solo se acerca a la bebé cuando no estoy presente, pero, cuando vuelvo a buscar a mi bebé, parece que a Eydran se le pasa el tiempo y por eso, terminamos encontrándonos, como ahora.— Lo siento, no es mi intención causarte incomodidad. — dice Eydran marchándose de inmediato.— Oh, aquí están, chichos. Qué bueno que estén juntos, porque quiero que salgamos a comer. — dice mi madrina.— Lo siento, tengo cosas que hacer. — dice Eydran intentando escapar de la sospecha evidente de su madre.— Ustedes tienen un problema, eso es algo que es notorio y sé que van a inven