Ni si quiera me da tiempo para que yo pueda contarles a mis padres lo que sucede y como casi todo en él, debo acatar su orden irrefutable.
‘Creo que ahora no debería preocuparte él, si no, ¿Cómo vas a decirle a tus padres?’ me dice mi mente y eso hace que yo tensione mi cuerpo sin saber lo que debería o no realizar. Tengo miedo, ni siquiera sé cómo debería decirle lo que evidentemente les va a molestar y preocupar, pero, ¿Qué puedo hacer? Tengo un esposo que no me permite hacer las cosas a mi manera o me amenaza con una multa. — Señora Hawking, es tarde, creo que debería darse prisa. — ¿Por qué no lo dejamos para mañana? — Eso no está a negociación, ya se lo dije. Pero, si cree que no puede hacerlo por su cuenta, yo hablaré con sus padres y… — No, yo me encargo. — digo enojada porque está presión no me agrada en lo absoluto. Sin saber que decirles a mis padres, entro al hotel y camino hacia la habitación donde nos estamos quedando, ni siquiera sé q