Me sorprende estar tan tranquila cuando a una distancia prudente, varios lobos intentan controlar a Candy mientras Marcus solo observa todo divertido. Se supone que debería estar huyendo lejos de aquí, pero, lo que hago es sonreír complacida porque el espectáculo de fuegos artificiales y hologramas es lo más maravilloso que pude ver.
Incluso mis padres se ven maravillados porque esto es algo que no ve uno con frecuencia, por eso, disfruto verlos agarrados de la mano disfrutando del espectáculo mientras Eydran me abraza permitiendo que tenga su pecho como descanso para mi cabeza y espalda.— ¿Cómo hiciste posible todo eso? — pregunto sin salir de mi asombro.— Contrate a personas muy capacitadas para que hicieran los hologramas de nuestras reuniones familiares.— Pero, el de la propuesta fue hace poco.— Es verdad, por eso, son tan buenos en lo que hacen. — dice Eydran