Este es el problema principal de todo, porque él sabe que decir y cómo hacerlo, causando que yo dude sobre lo que debería o no hacer al respecto.
— Detente.— No puedo hacerlo. — dice él convencido de que este acto impulsivo dará buenos resultados.— Eydran, ya tuvimos nuestro momento y no fue adecuado, ahora complace a tu padre que tanto me odia y deja que yo siga con mi vida.— Puedo permitir que hagas tu vida como quieras, menos lejos de mí. — dice él con seriedad y yo suspiro profundo.Cuando era su esposa actuaba tan diferente, ni siquiera aunque lo llamara estaba disponible para mí y ahora...— Realmente no te comprendo. Te estoy dando la libertad para que hagas lo que quieras con quien desees y sigues aferrado a mí.— No quiero ser así, Irina. No sabes cuanto lastima mi orgullo que ni siquiera te interese mirarme, pero, &ique