Ni siquiera pregunto a donde piensa llevarme, sino que, me esfuerzo por no gemir porque mi mente se ha puesto en mi contra y comienza a recrear en mis pensamientos, todas las veces que me ha hecho gemir.
‘Que mala suerte la mía, ni en mi mente puedo confiar.’ Me digo mentalmente.— ¿A dónde piensas llevarme? — pregunto preocupada.— Al auto, quiero llevarte a un hotel o casa lejos de mi familia, pero, no creo que pueda soportar todo ese viaje cuando estoy tan duro.— Dime algo, ¿piensas abusar sexualmente de mí? — pregunto y él abre el auto para entrar conmigo a este.De inmediato, abro mis ojos porque el bulto que hay debajo de mí, es demasiado grande, tan grande que es capaz de enviar una descarga eléctrica por mi cuerpo.— Hablas de abuso y la verdad, me resultas chistosa, porque tú mi querida Irina, debes tener un rio saliendo de tu co&ntil