Laura solo pudo sentir como una oleada de calidez y orgullo la invadía, pero no podía confiar solo en las bellas palabras de ese hombre, ya una vez lo había hecho y las cosas no salieron del todo bien, por lo que prefería y paso a paso.
- Sobre nosotros, sé que en su momento hice y dije muchas cosas y no hay palabras que puedan venir a reparar todo lo que hice.
Por eso no te voy a llenar la cabeza, diciéndote: perdóname, no sabía lo que decía, ni hacía, porque claramente sabía, no soy idiota.
Lo hice sabiendo que eso te lastimaría y, por eso mismo, no te pido que tu y yo lo intentemos.
Sé que en algún momento tu encontrarás a alguien que sepa valorar lo que yo no pude. Eres una mujer maravillosa, mírate, ahora eres mamá y sigues viéndote como la jovencita inocente que conocí.
Sé que te estás preparando para ser una mujer independiente y eso es magnífico, mi hija no podría sentirse más orgullosa de su madre, de eso créeme que estoy completamente seguro. - dijo Adrien con total sincerid