La iglesia estaba hermosamente decorada, exquisitas flores blancas decoraban cada espacio en aquel lugar.
Todo había sido meticulosamente seleccionado por Valeria y Laura, quienes se habían encargado y esmerado en aquellos pequeños pero grandes detalles.
Los invitados no eran demasiados, pero si ponías en perspectiva cómo había comenzado la historia, sí eran considerables.
Por el lado de la novia, estarían los Barzinni, quienes iban camino a la iglesia, mientras un Federico y Camila estaban ya sentados con Alberto y Carolina en brazos. La pareja, por más que quisiera pasar desapercibida, ya eran bastante obvia su relación, las 2 hijas de Camila, tan bellas y jóvenes.
Del lado de la novia, estaban Magnus, Massimo, Diana con Adele en brazos, Paolo y Maurizio. Ellos se habían sentado ahí, ya que al final eran familia de los dos lados, pero simbólicamente, era una manera de decir que él era el padre de la novia y que estaría presente en su vida, al igual que todos sus hermanos.
Luego esta