Estimadas lectoras y lectores Esta boda viene a traer muchos sentimientos encontrados, a unir familias y a cerrar viejos ciclos.
Mientras Valeria, Marco, Paloma y Laura viajaban hacia la iglesia, cada uno sonreía, pero se perdían en sus propios pensamientos.Por el lado de Marco, miraba a través del retrovisor y veía a su niña, a su Palomita, esa que de vez en cuando sacaba el vestido de novia de su madre y se lo ponía, porque decía que estaba bonito… Un nudo se le formaba en la garganta, no podía imaginar cómo aquella chiquilla de 6 o 7 años ahora era toda una mujercita.Laura, al subir a la camioneta, acomodó perfectamente el vestido de Paloma, arregló los últimos detalles del velo y cauda. Conforme el auto avanzaba en la carretera, miraba hacia fuera, recordaba lo enamorada que estuvo o estaba del padre de su hija.No podía evitar imaginar cómo hubiera sido si Adrien hubiera reaccionado de manera diferente a su embarazo, seguramente, ahora él sería quien la esperaría en la iglesia abrazando a la pequeña Adele, ambos habrían tenido una boda de ensueño y su vida sería genial.Aunque para Laura, el destino tení
Magnus miró al chico en la mesa, se percató de la chica que tenía sosteniendo su mano y supo que aquel joven se encontraba aturdido y nervioso. Sonrió y continuó con la conversación como si nada sucediese.- Bueno, ¡Supongo que no soy un abuelo convencional…! Massimo me dijo que vives actualmente en Nueva Zelanda. – Dijo Magnus tranquilamente.- Sí… Ahí es donde vivimos Almendra y yo… Estudiamos leyes. – Dijo Luciano tímidamente ante el escrutinio de Magnus.- ¿Serán abogados? – Dijo Magnus sorprendido.- Sí… Ambos estudiamos leyes, ahí es donde nos conocimos… - Dijo Almendra apretando la mano de su ahora novio.- En esta familia, nadie, nunca había querido ser abogado… ¡Es una excelente y estupenda noticia! Supongo que esto se lo debemos a Moretti. – Dijo Magnus sin pelos en la lengua y con evidente alegría.- ¿Qué le debemos a Moretti? – Se escuchó una voz a lo lejos de ahí.- ¡Massimo! Pues le debemos a Moretti que nuestro querido Luciano ahora quiere ser abogado. Yo opino que son ¡
Una vez que Diana y los chicos desaparecieron del lugar, los demás continuaron con la cena. Massimo no desaprovechó la oportunidad y le dijo a Laura y Luciano que, después de la cena, quería hablar con ellos en privado.- Señorita Pastrana, ¿Sería tan amable de acompañar a este pobre viejo a tomar un trago…? - Dijo Magnus levantándose de su asiento.- ¡Oh! ¡Claro! – Dijo Almendra levantándose de su asiento, entendiendo la indirecta.- ¿Me va a contar cómo es que una jovencita tan bella como usted decidió ser una abogada? - Se escuchaba que preguntaba Magnus a Almendra.Una vez que en la mesa solo habían quedado Laura, Luciano, Adele y Massimo, la primera se levantó y dijo:- Voy a dejar a Adele a la habitación, ya quiere dormir, los alcanzó en el estudio, no tardo. - Dijo Laura mientras sacaba a Adele de su sillita de comer.Ambos hombres asintieron, se levantaron y se dirigieron al estudio.- ¿Cómo te has sentido aquí, Luciano? - Preguntó Massimo con interés. - Espero que bien, tus he
- ¿De dónde salió aquel hombre? ¿Cómo sabes que lo que dice es verdad? – Dice Luciano mirándole con el ceño fruncido y bastante sorprendido.- Él conoce a tu madre Luciano, él incluso sabe de Paolo desde que fue concebido… - Dice Massimo, apenado, pero dando una ligera semblanza de lo que está pasando.- ¡Papá! ¿Cómo Pudo pasar? Paolo… - Trataba Laura de decir como si ella misma intentara asimilar la noticia.- Laura, Luciano… Sinceramente, jamás habría tenido que pensar en que esto se tuviera que saber. Su madre y yo, no fuimos la mejor pareja, cometimos muchos errores, pero ustedes hijos… Jamás me podría arrepentir de haberlos traído al mundo, ahora con esto… - Dijo Massimo molesto.Sé que su madre y yo no hicimos las cosas bien y que ahora me está explotando en la cara, pero quiero que sepan que, si Paolo es o no es mi hijo, eso no importa, yo lo amo, así como amo a cada uno de ustedes. – Dijo Massimo con una cara evidentemente frustrada.- Massimo… Es importante que él se haga una
Luego de ver cómo Laura reaccionaba, Massimo se acercó a su hija, la abrazó y le dijo:- Hija, sé que las cosas se ven mal, sé que lo que acaban de saber los deja consternados, pero no quisiera que te expongas a alguien de forma innecesaria.- No, papá. Estamos hablando de mi hermano, antes de cualquier cosa, yo quiero conocer al supuesto padre de Paolo. Quiero conocerlo, verlo a la cara y saber quién demonios será el que vendrá a cambiar nuestro mundo.- Hija…- Sí, papá, porque Paolo es maduro, pero sea como sea, todo su mundo y el nuestro va a cambiar. Estoy de acuerdo con que es su derecho conocerlo y convivir con él, pero antes quiero ver qué clase de hombre es él.- No hay nada que te haga cambiar de opinión, ¿verdad?- No, papá… Pasando la boda de mi hermana debemos actuar…Luciano solo podía ver cómo era que su hermanita, la que hace poco más de un año que no veía, había dejado de ser la chica tímida para ser una mujer con carácter y mucha fuerza.- ¡Pues ya está! Massimo, pasa
Mientras iban camino a la iglesia, Valeria se perdió en la plática que había tenido con Massimo un día antes, era increíble ver cómo el tiempo finalmente había podido calmar toda la intranquilidad en el corazón de ambos.--- Un día atrás ---- Señor Massimo, le buscan en la puerta. – Dijo el mayordomo educadamente.- ¿Quién? – Respondió Massimo, intrigado.- Es la señora y el señor Barzinni.Massimo, al escuchar el apellido, puso los ojos en blanco, imaginaba lo peor, imaginaba una larga y terrible discusión.- Está bien, déjalos pasar y llévanos, por favor, café al jardín.- Sí, señor…Massimo se levantó de su asiento y se dirigió ahí, iba sin muchos ánimos, la boda de Paloma básicamente era en unas horas, no quería hacer ni decir algo que encendiera la mecha.- Buenos días… - Dice Massimo al ver a la pareja.- Hola, Massimo… - Dice Valeria, levantándose a saludarlo.- Hola, Gu… Valeria…- Massimo… - Dice Marco haciendo un gesto con la cabeza.- Bien… ¿A qué debemos su visita? - Preg
- ¿Te he dicho acaso que luces bellísima? – Dijo Marco al ayudar a bajar a su esposa del auto.- No, no me lo has dicho hoy últimamente… - Respondió Valeria sonriente.- Bueno, pues luces hermosa, bella y sexy, creo que nadie aquí cree que tienes la edad que tienes y eso me hace sentir un poco viejo. – Dijo Marco sinceramente.- ¡Marco! Tú también luces muy atractivo y encantador… No necesito que otros ojos te estén mirando, solo con los míos basta… - Dijo Valeria seriamente.- En eso tienes razón, mi cielo…Luego de ello, el hombre tomó de la cintura a su esposa y le plantó un apasionado beso.- ¡Papá…! ¡PAPÁ! – Gritó Paloma al ver que a su padre se le olvidaba que ellas estaban detrás.- ¡Perdón, perdón, hija…! Ya voy, es que tu madre me distrae… - Dijo Marco mientras sonreía.Marco rodeó el auto y abrió la puerta, ayudando finalmente a bajar a la nerviosa novia.- ¿Lista, mi cielo? – Pregunto Marco sonriente.- ¡Más que lista! - Dijo Paloma completamente segura.- Bien… Pues… La hor
El sacerdote hablaba del amor y aquello entraba en los oídos y mente de cada uno de los ahí reunidos de una manera completamente diferente.- Hijos, debemos recordar que, el amor verdadero, no solo es un sentimiento pasajero, sino más bien, es una decisión consciente de cuidar, respetar y ser fiel a la pareja.El amor, hijos míos, es un compromiso constante de fidelidad y acto de voluntad diaria, todo el tiempo pedirá un poco de sacrificio, paciencia y trabajo en conjunto para crecer como pareja y como familia.Cuando veo a una pareja joven, me gusta recordarles que el amor en un matrimonio debe ser incondicional, un amor que acepta al otro con sus virtudes y defectos, incluso en los momentos más difíciles, ahí es donde se demuestra el amor verdadero.En los momentos difíciles, el amor se fortalece para poder enfrentar los desafíos de la vida, su hogar será un refugio en tiempos de pruebas y su amor será el motor para un crecimiento personal y espiritual.A todos los aquí reunidos, que