Queridos lectores Sigo trabajando para subir más capítulos, espero les esté gustando la historia de Guadalupe.
Matteo le escribió a Massimo al ver lo que se especulaba en redes sociales. Massimo, al ver la noticia, supo que esto ya debía haber llegado a oídos de Guadalupe, el tema de volver estaba completamente descartado.- Matteo redacta un buen acuerdo de divorcio y envíalo a casa de la abuela. Procede a hacer los preparativos para el divorcio, de ser posible, si no tenemos que vernos las caras, será lo mejor.- Señor… - Dijo Matteo con duda.- ¿Qué parte de lo que acabo de decir no entendiste? El matrimonio entre Guadalupe y yo debe quedar disuelto antes del aniversario de la compañía.- ¡Está bien, señor! – dijo Matteo, resignado.Massimo comenzó con la redacción del acuerdo, para el tema de repartir los bienes, considero varios millones como compensación y algunas mansiones que podrían ser entregadas a la futura exesposa.Terminó el archivo y se lo mandó a Massimo para aprobación.Massimo por su lado, se encontraba en el apartamento de Alessia. Ella no había parado de hablar del bebé desd
La familia Barzinni cargaba a cuestas la fama de pertenecer a la mafia italiana, además de ser considerados despiadados con sus enemigos, una parte era verdad, pero no era algo escrito en piedra y, no todo lo que se dice siempre es verdad.Pietro Barzinni tuvo dos hijos: Lorenzo Barzinni y Franco Barzinni, este último es el mayor de los dos.Al ser ya mayor, Pietro, designó a su primogénito como cabeza de la familia, sin saber que este, llevaría a la perdición a todos. Malos manejos en los negocios lícitos e ilícitos provocaron que varias familias se unieran y decidieran acabar con ellos.Una mañana de verano, Pietro murió pacíficamente en su casa de la Toscana Italiana, su muerte hizo que varias fichas se movieran. Pietro fue gran amigo y parte importante del crecimiento económico de la familia Pellegrini, contaba con el nada despreciable 34 % de las acciones del grupo, entre Caterina y Alberto juntaban el 66 % del restante.Al final de su vida, dejó como cláusula que este porcentaj
Sentimientos encontrados. Parte 2Massimo quedó sorprendido con la rapidez con que había corrido las noticias hasta la abuela Caterina y sobre todo con su reacción.Él jamás en su vida había escuchado que los Pellegrini tuvieran nexos con los Barzinni y que ahora, supuestamente, estaba proponiendo como candidatos a un tal Marco Barzinni. Su nombre era solo un mito, al menos él había escuchado de él cuando Guadalupe se lo tomó en aquella banca en el parque, pero jamás le había visto en persona.Por un momento pensó en ello, volteó a ver a la mujer que estaba a su lado, la futura madre de su hijo y quien sería su futura esposa.Una lágrima rodó por su mejilla al imaginar lo que debería estar pensando Guadalupe de él.Nuevamente, le había fallado; esta vez, el destino le estaba devolviendo un poco de lo que había sembrado.Se levantó de la cama y se marchó a su mansión, especialmente hoy en la que había sido su verdadera casa; sentía que algo le asfixiaba y, no le dejaba tranquilo. El h
Pietro muy temprano, se levantó y preparó las cosas con las que irían a dejar a Guadalupe. Le dolía verla en ese estado, pero él no podía ayudarla. Esa ayuda debía venir de alguien experto; solo el tiempo y la terapia, podrían sacarla de este bache. Aurora, hasta el momento, no había visto a su amiga, pero la acompañaría en todo ese proceso.- ¡Pietro no pierdas cuidado! Yo la puedo llevar e instalar, solo firma la carta compromiso que dejó la doctora y me encargaré de todo. - dijo Aurora con ese aire despreocupado de siempre.Pietro recibió un mensaje de la abuela Caterina, donde le pedía que llegara lo más pronto posible a Lazio. Esta petición le pareció extraña, pero no preguntó. Cuando la abuela hacía algo, todo tenía un motivo y una razón.Aurora entró cuidadosamente a la habitación de Guadalupe y vio a la chica sentada en la orilla. Ella ya se había cambiado, llevaba una blusa holgada beige y unos pantalones holgados color blanco, se había puesto unas bailarinas al mismo tono,
Leonardo y Massimo vieron cómo la abuela Pellegrini daba ese efusivo abrazo al misterioso hombre que recién acababa de llegar y que llamaba Marco, Marco Barzinni.- Pietro, dudé un poco cuando la abuela Pellegrini dijo que estarías en la reunión. - dijo el hombre, aparentemente conociendo a Pietro.- Marco, ¡Es una gran sorpresa volverte a ver, hermano! - dijo Pietro mostrando mucha familiaridad.- ¿Ustedes dos de dónde se conocen? – Dijo la abuela intrigada.- Nos conocemos del hospital, él y yo… - Trató de responder, Marco, pero fue interrumpido por Pietro.- Creo que debemos pasar a la sala de juntas, hay mucho de que hablar. – dijo Pietro antes de que Marco dijera algo más.- ¡Tienen razón! Ahora que ya estamos todos, podemos pasar a la sala de juntas. Marco, querido, necesito que solo estemos los 5 y Federico, ¿Puedes dejar a tu personal de seguridad esperándote aquí afuera?- ¡Entiendo! ¡Esperen aquí, por favor, cualquier cosa que necesite les estaré avisando! - dijo Federico re
Mientras todo eso ocurría en Lazio, en La Toscana, Aurora acompañaba a Guadalupe al auto, Leopoldo subía una pequeña maleta a la cajuela y salían con rumbo a la clínica “Di Santa Rosa”.Cuando llegaron ahí, era un edificio blanco rodeado de jardines. El lugar tenía un aura de tranquilidad, era un lugar muy exclusivo. La doctora Serra ya las esperaba en la puerta para darle la bienvenida a Guadalupe.- ¡Hola, Guadalupe! Me da gusto que hayas aceptado venir, sé que te podremos ayudar mucho aquí. Vamos a registrarte. – dijo la doctora Serra indicándoles el camino.Guadalupe dudó por un momento, pero Aurora le tomó la mano y dijo:- ¡Todo estará bien! ¡Tú puedes! ¡Eres fuerte! ¡Vamos, yo te voy a acompañar y no te dejaré sola! Con esto dicho, Guadalupe comenzó a avanzar. Vio que había muchas personas en el lugar, y nadie parecía estar enfermo. No se explicaba por qué estaban ahí.Luego de entregar la carta firmada por Pietro y ayudar a Guadalupe a registrarse, Aurora tuvo que retirarse,
Después de escuchar todo lo que la abuela Caterina acababa de decir, Leonardo se encontraba furioso, Massimo no podía creer lo que acababa de escuchar y Pietro simplemente sonreía.- ¿De qué carajos te ríes, Pietro? – dijo Massimo furioso.- Me río de que ahora resulta que tu futura exesposa, será incluso más poderosa que tú o que yo.- ¡Eres un imbécil! – dijo Massimo mientras se levantaba de la silla y le señalaba con el dedo.Si la mesa de la sala de juntas no les separara, le habría asentado un fuerte golpe en el rostro de Pietro.- Madre, ¿Eres consciente de que los Pellegrini hemos trabajado para forjar este imperio?- ¡Lo soy! Pero este no es nuestro patrimonio. ¡Esto también es parte de Marco y Guadalupe! Fui demasiado tonta al pensar que lo aceptarían, pueden impugnar mi voluntad, pero legalmente esto ya está hecho.- Bueno, yo acepto con gusto mi 11 % de participación, ¡Gracias, abuela! Si ya no tenemos nada más que hablar, deberíamos irnos. Tengo que tomar un vuelo a Florenc
Al salir de la sala de juntas, Pietro y Caterina se dirigieron al aeropuerto, ahí ya los esperaba personal de Marco Barzinni. La abuela no se sentía del todo bien, pero se hacía la fuerte.Subiendo al avión privado, se encontró con Marco, quien los esperaba sentado, mientras revisaba algunos mails.- ¡Marco, querido! ¡Gracias por esperarnos! – dijo la abuela en un tono desanimado.- ¡No tiene nada que agradecer! ¡Lo hago con gusto! Además, yo también voy a Florencia. – dijo Marco mientras volteaba hacia la ventana.- ¡Discúlpenme, mis niños! Estoy un poco cansada, creo que voy a descansar en lo que llegamos. – dijo la abuela mientras se tapaba con una manta.No tuvo que pasar tanto tiempo para que la abuela se quedara profundamente dormida. Al ver esto, el par comenzó a tocar el tema de la junta.- Marco, ¿Tú sabías de esto? - preguntó Pietro intrigado.Marco lo vio fijamente a los ojos y dijo:- ¡No! Pero ahora explica por qué la abuela se ha preocupado tanto por mi recuperación. –