Alessia llegó a Paris con un montón de sueños, sueños a lado de un hombre 20 años mayor que ella, siendo una jovencita, creía que la vida seria buena, aquel hombre viviría con ella y disfrutarían de un futuro juntos. Gabriele por su lado, no esperaba que aquella jovencita se aferrara a él a tal grado, luego de varios meses y tras la presión que la chica ejerció, no pudo más, se vio obligado a contar toda la verdad.
Ese día era un día nublado y frio, Alessia y Gabriele estaban acurrucados en la cama de la habitación de la chica, después de estar juntos íntimamente, Gabriele abrazada y jugueteaba con el cabello de la chica, pero ya no podía más con la presión y la culpa, así que decidió comenzar a hablar.
- Alessia…
- ¿Qué paso mi vida?
- Tenemos que hablar… - Dijo el hombre viéndola fijamente.
Alessia ese “Tenemos que hablar” lo sintió como cuando sus padres la reprendían por algo malo que había hecho.
- ¿De qué? ¿Qué paso? ¿Hay algo mal?
- Alessia, mi vida, hay algo que nunca te he dic