--- Pietro Pellegrini ---
— Señor, he intentado localizar al agente para el permiso de volar ahora a Italia, pero no he tenido éxito, hable con el aeropuerto, pero también, no resuelven nada, dicen que debemos esperar al menos a que amanezca.
— ¡Eres un incompetente! Necesito viajar ahora, necesito ir a Italia… — Dijo Pietro perdiendo ya la poca paciencia que aún mantenía.
— ¡Lo siento, señor! Volveré a intentar, pero lo más probable es que obtenga la misma respuesta. Usted sabe cómo está la situación ahora con el tema de su apellido, aunque no deba usted nada, mucha gente no lo ve así… ¿Ya hablo con su hermano?
Pietro dejó salir un largo suspiro.
— Lamento que las cosas estén mal, señor; sin embargo, debemos mantener la cabeza fría, usted volara, solo debemos esperar unas cuantas horas.
Pietro se llevó ambas manos a la cabeza, Celeste, su Celeste se había ido, estaba claro que él le había fallado, estaba claro que no era a la única a la que le había fallado, su vida, la vida de su her